Avanza el tiempo y cambia el modo en el que los seres humanos se comunican. De gestos y señales, a formas primitivas de comunicación, pasando por la invención del lenguaje y el surgimiento de los diferentes idiomas como indicadores de una realidad propia. Del mismo modo, también conforme avanza el tiempo evoluciona la manera en la que se comunican empresas y consumidores, usuarios o clientes, porque, en definitiva, tampoco esto deja de ser una forma de comunicación humana.
En este sentido y dejando de lado el desarrollo del lenguaje que a menudo -todo sea dicho de paso- en lugar de evolucionar, parece involucionar habida cuenta no sólo del empobrecimiento del mismo a nivel transversal, sino también dada la variedad de términos que se van sumando o modificando sin sentido, hoy quería centrarme por un momento en el segundo aspecto, aquél que se refiere a la comunicación empresarial publicitaria.
Si el ser humano es cada día más social y comunicativo, gracias a la aparición de nuevos canales y medios que favorecen esta explosión comunicativa, como internet y las redes sociales sin ir más lejos, parece obvio y natural que las marcas, reflejos del tiempo, la sociedad y las gentes entre las que conviven, se adapten a los nuevos formatos y a la nueva realidad comunicativa social. Porque aunque el mensaje puede permanecer inalterable, ahora la manera de hacerlo llegar abre multitud de nuevas oportunidades.
Ya no se trata de una comunicación unidireccional y masiva. Tampoco basta ya, siquiera, con adoptar aquello de que ahora todo es una conversación. No seas retro, el 2.0 ya es historia. Ahora, que lo nuevo cada día dura menos y que parece que el tiempo avanza más deprisa, ya no basta con hablar de conversación, horizontalidad comunicativa, o 2.0. Lo que llega y cada vez pisando con más fuerza, es el concepto de «Transmedia», una suerte de evolución en la dirección de la comunicación multicanal, la difusión en red controlada y la narración de una historia de marca capaz de despertar no sólo el interés del público, sino sus emociones más profundas, en la constante búsqueda de la generación de relaciones más auténticas, sinceras e intensas, entre marcas y ciudadanos. Y todo echando mano de conceptos como el branding, el storytelling o el social media.
En definitiva, no es más que la demostración de que si el tiempo y la comunicación humana avanzan, también lo hace la manera en la que las empresas se valen para formar parte de ese diálogo y permanecer vigentes dentro de la vorágine de información y datos que se comparten cada segundo, de cada día.
Echa un vistazo al siguiente vídeo y sabrás en qué consiste esto del transmedia.