Ha llegado tu turno. El destino, la vida, el cosmos o como quieras llamarlo, ha querido que éste sea tu momento. Que saques todo tu potencial y dejes aflorar la verdadera pasión que sientes bien adentro. Esa que cada noche, justo antes de dormir, te lleva a imaginarte disfrutando de una vida totalmente nueva. Esa que hace que te veas siendo dueño de tu propio destino, asombrando al mundo con tu talento, aunque durante mucho tiempo lo hayas mantenido oculto.
El cambio de época que estamos teniendo el privilegio de vivir a diario, nos regala la posibilidad de sacar toda nuestra creatividad y demostrar que hemos venido a este mundo a algo más que a ser un sujeto pasivo al servicio de los sueños de otro. Cada mañana se nos regalan infinitas oportunidades de crecimiento personal y profesional si sabemos estar atentos a ellas y tomamos la decisión de afrontar con valentía el reto de empezar, de dar el primer paso y convencernos de que cualquier imperio, cualquier revolución o cualquier líder, empezó dando un primer paso en la dirección que lleva al cumplimiento de los sueños.
Deja las excusas para aquellos miopes que no sólo tratan de negar lo evidente, sino que, además, intentan poner trabas a los que hemos hecho de nuestras pasiones y anhelos, la manera de afrontar la realidad y convertirnos, en el camino, en dueños de nuestro presente y nuestro futuro. Sal ahí, hoy, ahora y ofrécete al mundo con tus habilidades y tus defectos, con todo tu esfuerzo y toda tu pasión al servicio de las metas que te hayas propuesto. Porque es ahora cuando más te necesitas, cuando más te necesitan. Es ahora cuando se dan las mejores condiciones para que empieces a ser tu verdadero tú y empieces a construir tu yo del futuro. Y si el temor, las dudas y la incertidumbre pueden contigo en algún momento a lo largo del camino, recuerda que en el peor de los casos, todo lo que hayas conseguido hacer te habrá servido para descubrir algo nuevo de ti que no conocías, para conquistar nuevos horizontes que jamás pensaste ver y para aprender una nueva manera de cómo no hacer algo, para que, a la próxima, puedas enfocar mejor tu brújula y llegar al destino sorteando los imprevistos del primerizo.
Así que toma conciencia de ti mismo, de tus circunstancias actuales y de las que te gustaría que fueran, para empezar a construirlas con esfuerzo y perseverancia porque, amigo, ha llegado tu turno. El destino, la vida, el cosmos o como quieras llamarlo, ha querido que éste sea tu momento. Que saques todo tu potencial y dejes aflorar la verdadera pasión que sientes bien adentro.
Buen viaje y nos vemos en el camino.